“AL QUE LE CAE EL GUANTE”
“Creo en la Prensa, pero los Periodistas me deprimen”
Cesar Hildebrant.
Según LuIs Vatmazzia, destacado investigador, el periodismo no es una isla, por lo tanto por interactuar con la realidad y formar parte de ella, también esta expuesta a ser objeto de negociados, arreglos y en definitiva procesos poco transparentes y alejados de los verdaderos objetivos de la profesión.
Quienes ejercemos la labor periodística sabemos que la corrupción es una práctica frecuente en el medio .Nadie se enriquece por ser periodista, pero a lo largo de estos años hemos visto a más de uno incrementar su patrimonio de manera increIble.
Un estudio muy interesante que plantea la Revista Imagen en su número de abril, sostiene que los profesionales de la comunicación también admiten que hay mucho SOBORNO involucrado para “aceitar” una BUENA RELACION. El 52% de los entrevistados dijo que conoce a personas que pagan sobornos y a periodistas que los reciben.
También los comunicadores registraron que las mayores debilidades de los periodistas se dan a través de los condicionamientos impuestos a la información por auspicios o publicidad. El 24% de los entrevistados marco esa debilidad como primer puesto en sus críticas.
El tema de la corrupción no solo se da entre la actividad privada y la prensa, también ocurre en la actividad pública. Existen listas de periodistas que durante la época del fujimorismo cobraban mensualmente de la agencia oficialista del ejército o de algún otro organismo oficial, por su apoyo al régimen.
Por supuesto, que estos pagos se realizan con fondos reservados, con partidas sobre las cuales no es necesario hacer rendición de cuentas y sin pruebas a la vista.
De todas maneras, en el ambiente periodístico, casi todos sabemos o sospechamos quienes cobran y quienes no.
En muchos casos el riesgo esta presente al confundir auspicio con compra del silencio o difusión de determinadas ideas o posiciones. Y es que muchos practican el “decir algo que no corresponde a la realidad”, otros ocultan la verdad detrás de las palabras, las frases bonitas, el adjetivo altisonante o los efectos rimbombantes; claro todo a cambio de algún sencillo que los hace sentir bien.
Otros optan por lo más fácil: quedarse callados. La omisión es una opción de los periodistas. Pero debemos reiterar que la Omisión es una opción, quien calla acepta, por tanto se manifiesta.
El que trata como verdades hechos que no lo son, verán incrementado su lado negativo en la balanza del Prestigio y la Credibilidad.
Por supuesto el silencio cómplice también se compra. Y es que el DIOS DON DINERO ha mutilado los valores en el hombre.
COMO SIEMPRE NUESTRA POSICIÓN ES CLARA Y CONTUNDENTE: la labor periodística se basa en principios éticos y de búsqueda de la verdad, de nada valen discursos sobre deontología y valores, sino se une la teoría con la práctica.
La mejor garantía para establecer si un periodista esta comprado es OBSERVAR su trabajo, observar la pluralidad de las ideas que plantea, la actitud en las notas informativas y su grado de crecimiento económico.
Así como el sistema necesita instituciones y dirigentes corruptos, también necesita HOMBRES Y MUJERES DE PRENSA que ayuden a difundir un MENSAJE UNICO, que consolide inmoral estado de cosas, que justifiquen la incapacidad de nuestras autoridades y dirigentes y finalmente que las da como inamovibles.
Sin intentar dar clases de periodismo a nadie, pues no cabe ese papel, quienes trabajamos ya buen tiempo en este oficio, sabemos que es difícil pero no imposible mantener una posición ética y responsable, lejos del facilismo y el oportunismo.
En gran medida podemos seguir haciéndolo por que hay mucha demanda de periodistas con Credibilidad, y ustedes amigos radioescuchas lo harán posible con el encendido de su radio o televisor o con la lectura cotidiana de su periódico favorito.
Hemos aprendido la lección, sin duda podemos equivocarnos, nuestra opiniones, nos equivocaremos seguramente, pero desde la dignidad y el honor. Y es que respetamos este oficio ser libres.
Desde esta columna decimos lo que otros están impedidos por sus compromisos con las empresas, instituciones y la publicidad.
¿Estamos más solos por eso? Quizás pero no importa. La mayor parte de nuestros radioescuchas y lectores y otros que vendrán, nos entienden.
No aceptemos canjear una verdad por un cálculo económico o político. Eso se lo dejamos a los corruptos de siempre y a la prensa que vive con las manos en los bolsillos.
Finalmente, los invitamos a identificar a los periodistas que tienen ganado un sitial expectante por su credibilidad, ….ah…y a los que cobran también….AL QUE LE CAIGA EL GUANTE QUE SE LO CHANTE.
Fernando Coveñas Sernaqué
Asociación de Periodistas de Casma
APEC -CASMA
