CUANDO LA CAMPAÑA ELECTORAL EMPIEZA A CALENTARSE TANTO A NIVEL MUNICIPAL COMO REGIONAL LOS ELECTORES NOS PREGUNTAMOS CON TODO DERECHO: ¿HABRAN EN CASMA PERIODISTAS COMO ESTE AMIGAZO DE ALVAREZ QUE POR UNA PLATITA MENSUAL Y BUENAS COMILONAS ESTA DISPUESTO A TODO .
LE OFRECE ENTREVISTAS TELEVISIVAS,SEGUIMIENTO A TODAS SUS ACTIVIDADES Y MITINES, TITULARES DIARIOS EN SUS NOTICIERO, SIEMPRE VIVANDO POR SU GESTIÓN ,COMO SI FUERA UN ÉXITO, CUANDO LA REALIDAD NOS DICE QUE ES UNA GESTION TEÑIDA DE SANGRE Y QUE HUELE A CORRUPCION.
¿EN CASMA HAY PERIODISTA DE ESTA CALIDAD? ¿HAY PERIODISTAS DE ALQUILER?
ES NECESARIO QUE LA POBLACION SEPARE EL GRANO DE LA PAJA Y NO ECHE EN EL MISMO SACO A LOS HOMBRES Y MUJERES DE PRENSA CASMEÑOS
LA CORRUPCION TAMBIEN IMPERA EN EL PERIODISMO
ResponderEliminarLos medios de comunicación, con todo el derecho a la libertad de expresión, tienen la función de informar con objetividad, veracidad y honestidad. En la prensa escrita y en los medios electrónicos, ante las páginas, o ante los micrófonos de radio y televisión, el periodista desempeña un papel elemental: el deber y la obligación moral de contribuir en la culturización de los pueblos.
Es imperativa la responsabilidad compartida en la formación y orientación adecuada de sus lectores, radio escuchas y televidentes, por el grado de influencia que todos los medios de comunicación tienen sobre los seres humanos.
Ante la pluma, la computadora o el micrófono, el periodista empírico o académico que ejerce con ética y lealtad el arte del periodismo, construye un puente de comunicación, un verdadero vínculo entre el emisor y el receptor.
Con el auténtico periodismo se difunde y se promueve la paz, la tolerancia, la lealtad y la honestidad. En casi la mayoría de los países que se jactan de ser democráticos y en los que presuntamente se respeta la libertad de expresión, hay medios de comunicación severos críticos de sus gobiernos y de los servidores públicos.
A través de la denuncia pública con apoyo del periodismo honesto, se ha encontrado eco para hacer justicia. Cualquier arbitrariedad, acto de corrupción, abuso de autoridad, violación a los derechos humanos por parte de particulares o del gobierno, suelen ser ventilados a la luz pública por los medios de comunicación.
El periodista y la empresa de comunicación, con esas cualidades, generalmente se convierten en paladín de la justicia. Pero hay adictos al libelo que sin escrúpulos, movidos por la codicia, acuden al chantaje y a la diatriba. Con la pluma y el micrófono van sembrando la sospecha, desconciertan, incitan a la violencia, hacen escarnio de sus víctimas mediante el linchamiento mediático.
Injurian y calumnian a quienes no acceden a sus mezquinos intereses personales, de sus empresas, o con servilismo se ponen al servicio de particulares, de instituciones públicas y privadas con turbios objetivos. Lo anterior es más común en el ámbito político.
Pseudo periodistas con perfil rufianesco se convierten en promotores del rencor, manipulan la información, tuercen la verdad y mediante campañas amarillistas de desprestigio incitan a las masas en contra de quien no accede a sus intereses.
No conceder inserciones pagadas, no considerar a algún medio de comunicación en sus campañas publicitarias, no llegar a un acuerdo económico con el pseudo periodista, son motivos suficientes para atacar con malsanas críticas.
El periodista en muchos países ha sido víctima de la violencia, en la mayoría de los casos por denunciar al crimen organizado; pero también los hay que han caído por su complicidad con los rufianes. En muchos medios de comunicación: prensa, radio y televisión de todos los países del mundo, también impera la corrupción.