Los continuos desbordes del río Casma siguen afectando diversos campos de cultivo y dañando caminos. La población se mantiene en zozobra y clama la ayuda de las autoridades. El alcalde casmeño llegó hasta las zonas de emergencia para constatar la magnitud de los daños.
.En el Fundo San Isaías, más de 15 de familias temen por su vida ante el desborde del río, cuyas aguas han arrasado con gran parte del camino convirtiéndolo en un gran hoyo que pone en riesgo sus viviendas.
El morador César Guerrero Florentino y sus parientes debieron abandonar su casa debido a que esta quedó al borde de una acequia, producida por los desbordes.
Ellos cuestionaron la construcción del Canal Limón Corrales, ejecutado por el Gobierno Regional de Áncash en febrero de 2012, pues sólo se habría realizado una parte de los trabajos. "Más de 240 metros no se terminaron de construir, pese a que la obra debió culminarse hasta llegar a desembocar en el río Casma", enfatizó el campesino.
En el sector de Carrizal el aumento de las aguas del Río Casma también atemoriza a los agricultores, pues amenaza con llevarse el canal de regadío y afectar más de 40 hectáreas de cultivos como maracuyá, mangos y espárragos.
El dirigente Félix Ylaqué Valverde dijo que el caudal del río ha crecido y hay temor que, incluso, afecte el puente Carrizal.
En el caserío de Huanchuy, dos huaycos que cayeron la noche del martes aumentaron el caudal del río Sechín y aislaron a más de 50 familias en el sector La Viña.
Los afectados construyeron una oroya para poder tener acceso al caserío de Huanchuy.
En el sector Tabón el río Casma se desbordó e inundó parte de la carretera Panamericana Norte, obstruyendo por media hora el tránsito vehicular. Los campesinos solicitaron la intervención inmediata de las autoridades.
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